Cine que me pone de buen humor

Ya os habréis dado cuenta. Soy muy cinéfila y me gustan casi todos los tipos de películas. Y sobre todo me gustan ésas a las que puedo recurrir en un día torcido. Es cierto que no soy de esas que se sientan en el sofá a ver dramones con un litro de helado, aunque reconozco que a veces es lo que pide el cuerpo. Sin embargo, hoy no es día para contaros qué películas que fomenten la lágrima y la depresión son mis favoritas (aunque ya sabéis que creo firmemente que los bajones son necesarios, pero que hay que salir rápido de ellos), sino qué películas me ponen de buen humor, y me ayudan a mirar más allá de las cosas malas que me ocurran en un determinado momento. Podría tener una lista de cientos de títulos, pero he seleccionado unas cuantas. Aquí van :)

INTOCABLE (2011):

Intocable (Oliver Nakache y Éric Toledano), es una de esas películas que se hicieron a fuego lento y sin mucho bombo, y terminó convirtiéndose en uno de los mejores films del año. Cuenta la historia real de Philippe, autor del libro Le second soufflé y tetrapléjico desde 1993 y la relación que establece con Abdel Yasmin Sellou, en la película llamado Driss, quien se convierte en su asistente a domicilio. La película se sitúa en París y se convierte en un contraste de estos dos polos opuestos, que invita a ser feliz y que proclama bien alto aquello de “sólo se vive una vez”.

MEJOR... IMPOSIBLE (1997):

Mejor... imposible (James L. Brooks), es una película protagonizada por Jack Nicholson, en uno de los papeles más conseguidos y reconocidos de su carrera. El actor da vida a Melvin Udall, un escritor que vive en Nueva York y padece un trastorno obsesivo-compulsivo, algo que le hace intratable para el resto de la sociedad y de lo que, además, él se enorgullece. Durante toda la película asistimos a lo desagradable que Melvin es con todo el mundo por sentirse y ver las cosas de una manera muy diferente. Y aunque él piensa que está solo, hay alguien que le conoce y vive con él su día a día, Carol (Helen Hunt) quien se arma de paciencia todos los días para atenderle en el restaurante donde va a comer. “Tú haces que quiera ser mejor persona”.

EL LADO BUENO DE LAS COSAS (2012):

Esa película que no parece pero que luego es, esa película de la que no se espera y luego sorprende, ésa es El lado bueno de las cosas (David O. Russell). En ella, asistimos a un pedazo de la vida de Pat (Bradley Cooper), que tiene un trastorno bipolar y gracias a sus padres, puede salir del centro donde está ingresado y volver a casa tras ocho largos meses fuera. Una vez allí, Pat está decidido a retomar su vida donde la dejó, y lo primero es reconciliarse con su mujer Nikki, tras conseguir que una orden de alejamiento por un violento episodio pasado, les separara. Entre medias entrará en su vida Tiffany Maxwell (Jennifer Lawrence), una viuda reciente que ha perdido su empleo, con quien desarrollará una extraña amistad. A través de Pat y de Tiffany, esta película nos enseña que, detrás de todo lo malo, siempre hay algo bueno. Que después de la oscuridad, siempre hay luz.

BUSCANDO A NEMO (2003):

No podía acabar esta entrada sin nombrar esta peliculita amable, sencilla y de animación sobre Marlin, un pez payaso que perdió a su compañera Coral y a todos los huevos que iban a convertirse en sus hijos, menos a uno, Nemo, que nace con un defecto en la aleta izquierda y al que protege en exceso. Esto no le gusta al joven pececillo, que está deseando vivir aventuras, y por eso acepta el reto de sus amigos de nadar a mar abierto, sin embargo, de forma inesperada y sorprendente, un buceador lo captura. Entonces Marlin se enfrentará a un viaje decisivo para su vida en el que intentará por todos los medios encontrar a Nemo para que vuelva a casa y no estará solo en ese periplo con tiburnones, tortugas galápagos y demás criaturas marinas, sino que contará con Dory, una despistada pez mariposa que le enseñará que el mar no es tan peligrosos como pensaba y que cuando la desesperación te persigue, hay que seguir nadando.