Cómo superar un fracaso y volver a la carga


Hola.

Sé lo que piensas. No vales para nada. Si es que quién te mandaría intentarlo. Pero cómo es posible que llegaras a pensar que lo conseguirías. No ha sido un fallo tonto, has sido tú, que eres torpe. Piensas en las consecuencias, en qué vendrá ahora. Es una mierda, lo sé. Acabas de fracasar y te dan ganas de mandarlo todo a tomar fanta (como lejos) y no volver a intentarlo. Pero te diré algo. A veces, reponerte, superarlo y seguir, es lo que marca la diferencia entre los que lo intentan y los que lo consiguen. Así, en general. Porque la manera que tenemos de actuar frente a los fracasos, suele ser la misma en casi todas las situaciones posibles. Y por si te animas a ello, te invito a que te inspires con esta entrada y lo intentes:

1. Para empezar, no lo llames fracaso. Llámalo tropiezo. Algo que casi te hace caer o te hace caer finalmente, pero que no impedirá que te levantes, te sacudas el polvo, y vuelvas a intentarlo. Tampoco todo en lo que fallas, como buen humano, es un fracaso, así que antes de seguir leyendo respira hondo.

2. Ahora intenta mirar las cosas con un poco de perspectiva. Aléjate cuanto antes de la sensación inicial de mandarlo todo bien lejos y de deprimirte. Y digo cuanto antes porque es inevitable que te sientas así, pero un ratito solo, después ya hay que pensar en el mañana.

3. Antes de ponerte a pensar en si quieres intentar otra vez ése algo, en cómo vas a intentarlo esta vez o antes de comerte la cabeza pensando en las cosas que te han hecho fallar, despeja tu mente. Haz algo que te guste: leer, escribir, escuchar música, hacer fotos, cocinar, navegar por Internet, ir al cine, salir a correr... Lo que sea. Pero que evada tu mente el suficiente tiempo como para, una vez vuelvas a pensar en el problema, lo veas con más distancia. (Este proceso puede durar todo lo que tú quieras, ¿acaso tienes prisa?).

4. Ahora que has salido de ese bucle de lloriqueo y depresión y que miras las cosas más fríamente  centra tu cabeza a qué has podido contribuir tú para que lo que te ha salido mal, saliera mal. Piensa en si podrías mejorar lo que has hecho, si has puesto todo por tu parte, si podrías cambiar tu actitud frente al reto que supone intentarlo o en qué has podido fallar. Y si todo era cuestión de un plan que ha salido mal, cambia el plan si quieres, pero no cambies la meta.

5. Inténtalo de nuevo. Sobre todo si es algo que antes de fracasar tropezarte, no habías intentado nunca. Ahora nada te pillará de nuevas y podrás centrarte plenamente en tu autoconfianza. Adelante.

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