Y por eso rompimos es una novelita de Daniel Handler ilustrada por Maira Kalman que cuenta la historia de la ruptura entre Ed y Min. Así, a través de una carta que acompaña a una caja en la que Min ha metido todos los objetos aparentemente insignificantes que fueron especiales en su relación por alguno u otro motivo, nos acercamos a cómo se conocieron, se enamoraron y, como reza el título, rompieron. O no.
Esta historia me ha gustado bastante. Comencé a leerla cuando en Alfaguara publicaron su primer episodio (la han publicado por entregas desde el día de San Valentín hasta que finalmente han publicado la novela de toda la vida hace unas semanas) y reconozco que con cada episodio que leía me daban más ganas de leer el siguiente. Lo bien que escribe Daniel Handler hizo que no me costara mucho sentirme identificada con Min, participar de su amor incondicional por el cine, de su inteligencia pizpireta, de su amor por Ed del que incluso yo creí que podría llegar a enamorarme, y de todo el dolor que reflejan las palabras de su carta.
La novela es, sin duda, una novela recomendable, aunque todavía me estoy preguntando si realmente me gustó o no su final, quizá demasiado brusco y metido en la historia con calzador, tan desacorde con el resto de la historia que había fluido con la facilidad del agua, tan PERDONAQUÉESTÁPASANDO, que ciertamente tengo sentimientos divididos. Por eso os animo a leerla, para que alguien que pase por aquí y sepa de mi amor-odio por ese final, me dé su sincera opinión.
La mía es que la novela hace los deberes, Handler y la genialosa Kalman también, pero quizá le ha faltado fuelle en la última parte. O quizá es que las rupturas son precisamente como este final: un poco insípido y atropellado, y lo que pasa es que esta historia, que va de eso, de romper, no podía tener otro.
O sí.
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